Cultura genitalizada
En todo caso, aunque el campo de la actividad sexual es muy amplio, el vocabulario gira, sobre todo, en torno al pene, la vulva, los testículos, el coito, la homosexualidad, la virginidad, la prostitución y el adulterio. En opinión de Antonio Tello, esto se debe fundamentalmente a dos motivos: “por una parte, los cuatro primeros términos son elementos que nuestra cultura -excesivamente genitalizada- considera básicos en el sexo. En cuanto a las demás acepciones aluden a aspectos a los que el Cristianismo ha dado mucha trascendencia y sobre los que ha dictado normas restrictivas”.
Tampoco hay que olvidar que, según el antropólogo José Dueso, “en nuestro idioma abunda lo soez, lo peyorativo y lo denigratorio, especialmente en lo que se refiere a los genitales femeninos, en comparación con los masculinos. La razón estriba en que han sido los varones los que han inventado la mayoría de los términos. El machismo -apoyado por los poderes sociales- y la mayor permisividad sexual del hombre han hecho el resto”, añade.
Además, el hecho de que durante bastante tiempo en determinados círculos se haya considerado que la sexualidad de la mujer tenía una finalidad meramente procreativa y de satisfacción del varón explica que, tradicionalmente, el sexo masculino haya utilizado expresiones como pasarse a la mujer por la piedra, llevársela al catre, cepillársela, beneficiársela… o, en Hispanoamérica, bigotear, machetear o medir el aceite. Y es que, “se entendía que era el hombre quien tomaba la iniciativa y llevaba las riendas”, asegura Antonio Tello
Lenguas de doble filo
Curiosamente, el lenguaje de los números es universal. Así, el 69 es una metáfora formal de dos cuerpos superpuestos en sentido contrario practicando el sexo oral. Pero, en lo relativo a términos sexuales, hay diferencias en cada idioma. Y el castellano es uno de los más ricos….
Hacer el amor
Follar’ viene del latín ‘follis’ -significa fuelle- y se utiliza por la similitud con el movimiento de este utensilio. En la expresión ‘echar un polvo’, el polvo hace alusión al semen, y se dice ‘echar un casquete’ porque el glande semeja el casco del pene. En vasco, se usa ‘larrua jo’ (jugar la piel). Y en hispanoamérica hablan de ‘dar de comer al enano’ o de ‘arremangar los garbanzos’. Culiar, coger, hechar un polvo, hechar una cacha...
Vagina
‘coño’ procede del latín ‘cunnus’, que significa cuña. También son comunes ‘conejo’ -eufemismo que surge del parecido fonético entre ‘cunnus’ y ‘cunniculus’-,’chocho’ o ‘chumino’ -dan idea de cosa blanda por la sonoridad de la ‘ch’-, ‘almeja’ -por su similitud con el molusco-, ‘parrús’ -en valenciano- y ‘potorro’ -en vasco-. En Canarias le llaman ‘quiquiricuando’. Y en hispanoamérica, ‘concha’, ‘papaya’, ‘pepa’, ‘pipirigallo’ (clítoris)… Zorra, choro, concha, almeja, sapo, conejo, come pico...
Erección
Según el escritor Antonio Tello, se dice ‘estar empalmado’ porque la palma de la mano es una de las cosas que se utilizan para poner erecto el pene. En gallego se dice ‘ter o carallo teso’. En Vizcaya, ‘altan egon’ (estar de alta) significa ‘estar cachondo’. Tenerla dura, tiesa, parada...
Coito anal
La palabra ’sodomización’ se debe a la ciudad de Sodoma, donde era común esta práctica. Además, se dice ‘dar por el culo’ -si se es sujeto activo- y ‘tomar por el culo’ -sujeto pasivo-. ‘polvo con caquita’ es hispanoamericano. Culiar, encular, dar por el chico...
Pene
‘Polla’ procede del latín ‘pullus’ -cría de cualquier animal-. Existen multitud de metáforas formales, como ‘pito’ -el silbato se asemeja a una verga y dos testículos-, ‘nabo’, ‘cola’… ‘pijo’, ‘picha’ y ‘pilila’ son onomatopeyas de pis. ‘Minga’ viene del latín ‘mingere’ (mear). ‘Pinga’, de pender. También se llama ‘cipote’ -antiguamente era una porra- porque el pene se asemeja a ello. En Hispanoamérica se dice ‘moco de elefante’, ‘desnucasapos’… Pico, verga, pichula, callampa...
Masturbación
‘Hacerse una paja’ tiene su origen en la acción de sacar la paja -la caña del cereal separada del grano-. ‘Cascársela’ procede del latín ‘quassare’ (sacudir) y ‘pelársela’ alude a descubrir algo oculto.
En el País Vasco se habla de ‘kampaia jo’ (tocar la campana). En gallego se dice ‘facer unha pera’.
Y en Hispanoamérica, ‘hacerse una manuela’.
Sexo oral
Además de ‘mamada’ para la felación, para el ‘cunnilingus’ se usa ‘bajarse al pilón’, que es una metáfora formal y funcional de la vulva -se asemeja y se usa como un pilón-. En Argentina se dice ‘hacer una mineta’. Chuparla, lamerla, comerla...
Orgasmo
Cuando una persona llega al clímax se habla de ‘correrse’ o ‘irse’, porque en ese momento hay algo que se va -el semen-, aunque se utiliza en ambos sexos. También se emplean los términos ‘derramar’ y ‘regar’ para referirse a la eyaculación.
Semen
‘Leche’, ‘lefa’ -eufemismo de ‘leche’, por deformación fónica-, ‘pringue’, ’savia’… son metáforas formales, porque el esperma se asemeja en su color o textura a estas sustancias. En Hispanoamérica se le llama ‘afrecho’ (cereal molido). Moco, jugo...
Testículos
‘Cojones’ es una voz procedente del latín ‘coleo-onis’, que alude a algo colgante. También se dice ‘cojonera’ para referirse al escroto. Además, se les llama ‘huevos’, ‘pelotas’ o ‘bolas’, por su similitud en cuanto a la forma, o ‘cataplines’, que es un eufemismo juguetón. En Hispanoamérica se habla de los ‘testigos’, ‘compañeros’ o ‘hermanitos’. Cocos...
Pechos
A las ‘tetas’ -término que al parecer es una creación expresiva infantil- se las denomina ‘peras’, ‘melones’ o ‘globos’ por el parecido en cuanto a la forma. También, ‘domingas’ u ‘orejas’, un eufemismo exclusivo de la jerga ‘cheli’ de Madrid que se aplica a los senos porque cuelgan. En Argentina se llaman ‘lolas’ y en Perú, ‘porongos’. Gomas...
Dímelo al oído
Las mujeres son más receptivas a la utilización de términos eróticos durante el coito.
De todos modos, lo más importante es que las palabras que usamos influyen poderosamente en nuestras experiencias sexuales. De hecho, en opinión de la sexóloga Ainhoa Astarloa, del centro Garaia, de Bilbao, “un buen complemento del juego erótico, que puede enriquecer la relación de pareja, es poner nombre a los genitales. sin embargo, según explica la psicóloga y sexóloga Montserrat Calvo, “nuestro lenguaje sexual -aprendido en la escuela, el entorno familiar, las lecturas y los medios de comunicación- es a menudo olvidado y poco usado en la cama, aunque es especialmente la población femenina la más agradecida a su afrodisíaco poder. Un buen recurso es, durante una velada erótica, vendarnos los ojos y decir o escuchar a nuestra pareja explicar lo que nos gustaría hacer y que nos hiciera, utilizando desde las palabras más tiernas hasta las más groseras”.
Mira quién habla
Aunque hay voces, expresiones y giros empleados en el lenguaje popular que son comunes a todas las lenguas, cada idioma presenta sus propias peculiaridades:
Inglés
Al pene le llaman ‘one-eyed trouser snake’ (pantalón de serpiente de un solo ojo). ‘Hide the sausage’ (esconder la salchicha) se utiliza para hablar del coito. Al ‘cunnilingus’ lo llaman ‘muff diving’ (zambullirse en el manguito) y a la felación, ‘blow job’ (trabajo de soplar). ‘Pillow biting’ (morder la almohada) es el coito anal. Y ‘bashing the bishop’ (golpear al obispo), se refiere a la masturbación.
Francés
Para referirse al coito, hay una expresión curiosa: ‘tremper il biscuit’ (mojar la galleta) y también existe otra para la penetración -sea anal o vaginal-: ’se faire enfiler’ (hacerse ensartar). A la felación la denominan ‘tailler une pipe’ (tallar una pipa) y a la masturbación, ‘faire mousser le spaghetti’ (hacer subir el espagueti). Para el orgasmo, hablan de ‘prendre son pied’ (coger su pie).
Alemán
El coito es ‘miteinander schlafen’ (dormir con alguien), aunque también son curiosos términos como ‘bumsen’ (chocar contra algo), ‘nageln’ (clavar con púas) o ‘kacheln’ (alicatar). Al sexo oral lo denominan ‘Oralverkehr’ (tráfico oral) y para la felación emplean el verbo ‘blasen’ (soplar). Cuando hablan de masturbación dicen ’sich einen runterholen’ (bajárselo uno) o ‘wichsen’ (encerar).
Portugués
Los portugueses hablan de ‘matar cabritos’ o ’saltar para a cueca’ (saltar hacia las bragas) para hacer el amor; ‘atracar de marcha a ré’ (aparcar marcha atrás) para el coito anal; ‘luta de cinco contra uno’ (lucha de cinco contra uno) para la masturbación; ‘abono de família’ para los testículos; ‘chegar a lua’ (llegar a la luna) para el orgasmo y ‘telefonar prá Tóquio’ (llamar a Tokio) para el sexo oral.
Chino
En el ‘tao’ aparecen términos como ‘hacer nube y lluvia’ (coito), ‘flor roja’ y ‘fisura de oro’ (vagina), ‘nervios de jade’ (labios), ‘terraza de la joya’ (clítoris) y ‘dardo vigoroso’ (pene).
Divinas palabras
El argot del mundo de la prostitución y de los anuncios de relax posee términos sumamente imaginativos:
Completo: Consiste en el coito, aunque como preliminar se realiza una felación.
Masaje prohibido: Estimulación corporal efectuada con vibradores, que acaba con un ‘francés’.
Relax manual: Masturbación.
Enema: Se realizan una o varias irrigaciones en el ano, para terminar con una masturbación.
Hawaiano sensitivo: Se recorre todo el cuerpo con la yema de los dedos, usando aromaterapia. Se finaliza con una masturbación.
Lluvia dorada: Orinar al compañero/a.
Beso negro: Estimulación oral -lamer, chupar- del ano y el perineo.
Garganta profunda: Felación introduciendo el pene hasta el fondo de la boca
Dúplex: Relación sexual entre un hombre y dos mujeres.
Cuadro plástico: Relación sexual entre dos mujeres o dos hombres para un tercero o tercera.
Hacerse unas trufas: Relaciones sexuales con defecación.
Disciplina ingles: Sadomasoquismo con humillación -insultos, escupitajos…-, lluvia dorada, sodomización…
Orgasmo facial: En una felación, el hombre eyacula en la cara de la mujer.
Ahora es el turno de que tú ayudes a completar este diccionario, con algunas definiciones, palabras o comentarios que puedan enriquecer más este intento.